NUESTRO PLANTEAMIENTO RESPECTO A HENRY GIROUX
Estamos totalmente de acuerdo en que al profesor se le debería catalogar como un intelectual transformativo, no para que nuestro ego de futuras profesoras se sienta engrandecido con esta definición, sino porque deseamos ejercer esta labor en nuestros alumnos.
Creemos que para que la sociedad vuelva a darnos la importancia que como docentes nos merecemos, no podemos limitar nuestra labor a lo que actualmente se conoce como enseñar, es decir transmitir conocimientos por medio de las materias.
Es preciso recalcar que nuestro trabajo como educadores trasciende mucho más allá de lo meramente pedagógico que está contenido en las planificaciones docentes. Como afirma Giroux que el profesor sea un intelectual transformativo, está directamente relacionado con que como profesores seamos capaces de formar alumnos con capacidad de crítica y de debate.
Es por esto que para nosotras formar el intelecto va más allá de las operaciones matemáticas, de las ciencias sociales o naturales, no estamos desconociendo su vital importancia académica, pero sí afirmando que la inteligencia es algo que se cultiva diariamente, es la capacidad de análisis que le queremos inculcarles a nuestros alumnos, que sientan interés por los problemas de su entorno y en general por la contingencia de su país.
Esto es para nosotras ejercer la labor de un intelectual transformativo, el que el docente guíe a sus alumnos para que se conviertan en ciudadanos activos y con conciencia de su entorno. En oposición a lo que se podría pensar de este termino “intelectual transformativo”, no queremos que se nos tilde de poco humildes y que tenemos una sobre valoración por la labor decente, sino que junto a todo lo ya expuesto queremos que socialmente se reconozca la esmerada labor que ejercen los profesores.
Creemos que para que la sociedad vuelva a darnos la importancia que como docentes nos merecemos, no podemos limitar nuestra labor a lo que actualmente se conoce como enseñar, es decir transmitir conocimientos por medio de las materias.
Es preciso recalcar que nuestro trabajo como educadores trasciende mucho más allá de lo meramente pedagógico que está contenido en las planificaciones docentes. Como afirma Giroux que el profesor sea un intelectual transformativo, está directamente relacionado con que como profesores seamos capaces de formar alumnos con capacidad de crítica y de debate.
Es por esto que para nosotras formar el intelecto va más allá de las operaciones matemáticas, de las ciencias sociales o naturales, no estamos desconociendo su vital importancia académica, pero sí afirmando que la inteligencia es algo que se cultiva diariamente, es la capacidad de análisis que le queremos inculcarles a nuestros alumnos, que sientan interés por los problemas de su entorno y en general por la contingencia de su país.
Esto es para nosotras ejercer la labor de un intelectual transformativo, el que el docente guíe a sus alumnos para que se conviertan en ciudadanos activos y con conciencia de su entorno. En oposición a lo que se podría pensar de este termino “intelectual transformativo”, no queremos que se nos tilde de poco humildes y que tenemos una sobre valoración por la labor decente, sino que junto a todo lo ya expuesto queremos que socialmente se reconozca la esmerada labor que ejercen los profesores.
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